miércoles, 2 de octubre de 2013

A la manera de S

Aquel día dedujo a partir del contrario convencido.

-Ayer me ocurrió algo, más bien lo vi. Un vagabundo, con trazas de no albergar mucho tiempo en su cuerpo, recibió la primera (y quizá última también) limosna de la jornada: una moneda de plata.

-Jugoso premio, sin duda.

-Así es. Con esa moneda podría haber comido una semana o más, incluso darse algún capricho, ciertamente, pero nunca adivinaría lo que hizo, ¿quiere probar?

-Realmente no me veo en condiciones de adivinar.

-Pues bien, con la moneda compró jabón, un balde, cepillos, restos de carnicería y una barra de pan.

-¿y bien?

-Ya va, ya va... Compró todo eso para limpiar, enjuagar y cepillar a su perro, además de curarle el apetito con los restos.

-Una acción ejemplar, definitivamente.

-La cosa no queda ahí: cogió la barra de pan y se la entregó prácticamente entera al can, quedando el con una ínfima parte de comida. A duras penas llegará a mañana.

-Una elección de lo más inusual.

-¿Cómo puede ser alguien tan generoso? Me acordé entonces de su lección de la semana pasada, y, con todos mis respetos, creo que puedo afirmar, que desmiento aquello que dijo: El Ser Humano NO es egoísta.

-¡Vaya! Creo que tienes razón, puede que no lo haya pensado bien, felicidades sinceras.

-Gracias,sienta bien ser el maestro por una vez.

-Sí,sí, sienta bien. Sólo un momento, pues, si no te supone un gran trastorno, me asaltan dudas.

-Adelante, por favor.

-Gracias. ¿Por qué hizo eso el vagabundo?

-Evidentemente, S., porque es generoso.

-Ya,ya... pero ¿qué le reporta la generosidad?

-Pues satisfacción, claro.

-Claro. Entonces... no es que se quede de manos vacías, ¿verdad?

-Supongo que no es exagerado suponer la satisfacción como un pequeño premio.

-Bien, bien... ¿crees que la generosidad es voluntaria? ¿hay opción de serlo?

-Por supuesto, uno es generoso porque quiere y se lo dictamina su moral.

-O sea, que siempre hay otra opción. Es una elección ¿no?, es complejo... ¿por qué elegimos A y no B?

-Bueno, yo diría que el elector hace un balance y, normalmente, escoge la más beneficiosa. He aquí la generosidad: escoger la opción más negativa.

-Es decir, conectando con lo anterior: escoger una opción negativa nos satisface, luego no será tan negativa.

-Bueno, es cierto, si la elegimos será porque la satisfacción que nos da es mayor que lo positivo de la otra opción, retiro esta última deducción. Pero sigue sin ser egoísta porque es una buena acción.

-¡Vaya! ¿estás diciendo que el egoísmo está directamente relacionado con la maldad?

-Estoy seguro. Si no fuera así, la acción del mendigo sería tildada de egoísta por el hecho de que renunciar al premio de la comida no le es difícil porque le beneficia más el premio de la acción realizada: la felicidad. Si el egoísmo no fuera una mala conducta, los Seres Humanos serían egoístas por naturaleza en su búsqueda de la felicidad como fin ulterior.
Si no fuera así, debería afirmar que el Ser Humano es egoísmo en esencia, que las buenas o malas acciones no dependen de esta condición, sino de la situación, las opciones y de la moral de uno mismo, es decir, si a alguien le otorga mas felicidad actuar bien o mal, sea lo que sea cada cual. Y que la generosidad no es más que un tipo de egoísmo de beneficios etéreos pero fundamentales.

-¡Vaya! Pero esto es radicalmente opuesto a tu primera proposición.

-Lo sé. Y además, me doy cuenta de que es cierto, Mayeustro.