miércoles, 2 de mayo de 2012

La Ansiada

Blanco enemigo, de vida carente.
Sorbos de néctar, quizá un don.
Vacío, antipático salón
donde brotan aladas simientes.

En el que prosa en su brazo,
en quien trastea en la madera,
como el invierno, muerte en primavera,
como la tensa calma del orgasmo.

Así llega, tenue y arpegiada,
a veces, suspiro de lamento,
otras, chispa previa a llamarada.

¿La conoces? Te la presento:
Inspiración, en batallas, mi aliada
contra su némesis, el silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario